Lasagna al dente

Si me preguntaran qué platillo que me define… les contestaría sin chistar: la Lasagna

La he preparado infinidad de veces… para diferentes personas y ocasiones… he llegado al grado de “cuasi-perfección “… pero…  hasta la fecha sigue siendo un reto…  parece fácil pero tiene lo suyo…

El Ragú: uno pensaría que aventar en una olla jitomate molido con especias y verduras picaditas es “sencillito”… nop... el ragú hay que prepararlo con mucho amor… tienes que  dejarlo que se cueza lentamente…. para que cada ingrediente suelte su sabor… con calma… observando… con mucha calma… sazonando… con calma… probando… sí, con mucho amor…

La salsa blanca o Bechamel: sólo 3 ingredientes… pero esta salsa hay que prepararla con “conocimiento de causa”… una salsa que a simple vista no delata su complejidad, sin embargo exige inteligencia y mucha experiencia… o en su defecto obtendrás un engrudo muy sofisticado…

La pasta: tienes 2 alternativas, pasta barata o pasta fina (sí queridos, hay una gran diferencia… y se nota) … nunca… nunca dudo en usar una pasta fina… porque si ya invertí horas en lo anterior no voy a echar a perder mi Lasagna por una pasta corriente… jamás!!!

Y finalmente juntar todo, cada capa, para después hornear al punto exacto… para que quede al dente...

Así me enseñaron y estoy plenamente convencida que así debe de ser…

Y cada vez que la preparo… alguien sonríe… para mí con eso basta!!! XD